El evento del Día de Muertos es una ceremonia popular que invoca a los espíritus de los ancestros para invitarlos a convivir al mundo terrenal, por lo que se procura consentirlos para que las ánimas de los difuntos puedan visitar a sus parientes.

En la actualidad la celebración del Día de Muertos se inicia en Oaxaca a mediados del mes de octubre, con la adquisición de los productos que habrán de colocarse como ofrenda en un altar. Desde muy temprano, los mercados o ‘Plazas de Muertos’ se instalan y se visten de los olores y colores característicos de la temporada.

Pueden encontrarse entre los productos característicos: el mole negro, los dulces oaxaqueños entre los que no puede faltar la calabaza en conserva, las manzanitas de tejocote y el nicuatole (una especie de gelatina de maíz prehispánica), acompañados por el chocolate de leche o agua, la gran diversidad de panes de muerto que existen en todo el estado, el delicioso mezcal y las enormes tortillas hechas a mano.

El altar y las tumbas

Gran parte del atractivo visual de estas fiestas se ve reflejado en la construcción de los altares, que son instalados en las casas de los familiares, o en los mismos panteones sobre las tumbas.

Este altar se levanta generalmente sobre una mesa forrada con un mantel o una sábana blanca, o bien con papel de china picado; en las patas frontales de la mesa, se amarran unas cañas de azúcar o carrizos, a los que se les da la forma de arco triunfal, por donde se da la bienvenida a los fieles difuntos.

Tradicionalmente en todo altar jamás se olvida colocar la flor de muerto, el oloroso cempasúchil y también flores como la cresta de gallo. Otra de las ofrendas es la lámpara que contiene el aceite de higuerilla, las velas de cera blanca o amarilla y veladoras.

Lo anterior confirma que el Día de Muertos representa una mezcla de tradición, culto, fiesta, magia e historia en Oaxaca. Pero eso no es todo, es un espectáculo magnífico el que se vive en los panteones; como el Panteón General adornado con más de dos mil 400 veladoras, o en el Concurso de Altares de Muertos, con magníficos adornos de las tumbas, gracias al ingenio y esmero de los familiares para agradar a los muertos en su día.

Las Comparsas o Muerteadas

En el caso de algunos barrios de la ciudad de Oaxaca se celebran las alegres y fastuosas comparsas, anunciando con una campanita la peregrinación nocturna, compuesta por la correspondiente comparsa que incluye la banda de música, los encargados de quemar los cohetes, los cargadores, (las personas que reciben las comidas y bebidas que se obsequiarán durante el largo recorrido), los personajes como calaveras y diablos y los clásicos como el doctor, la enfermera, el sacerdote, etcétera, y que conforman la comedia que se representa en las comparsas que normalmente inician el día primero a las 18:00 horas, bailando y cantando toda la noche, y finaliza a las 8:00 horas, del día 2 de noviembre.

Cabe mencionar que en cada comunidad y región de Oaxaca estas comparsas se celebran de manera diferente, pero siempre con mucha música, bebida, comida y gran entusiasmo. El estado de Oaxaca se prepara para esta reunión con los difuntos, y en cada uno de los panteones se tienen actividades que es posible compartir, vivir y experimentar por cada uno de nosotros.

Todas estas tradiciones en conjunto son muestra de la pluralidad cultural existente en el estado, desde la Cuenca hasta el sur, en la Costa. Rebosante de colores, con magníficos adornos, los familiares utilizan su ingenio y esmero para consentir a sus fieles difuntos.

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